
El vuelo CZ3101 operado por este A380 de 6 años y medio de antigüedad, cubría la ruta entre Guangzhou y Pekín, cuando sobrevolaba la ciudad de Langfang, al sur de Pekín, se encontró con una tormenta con fuerte granizo.
Tras declarar emergencia, el avión logró aterrizar a salvo minutos después en el aeropuerto de la capital de Pekín, aunque eso sí, con severos daños. Las seis ventanas delanteras han acabado destrozadas por los impactos del granizo, así como el morro del avión que también sufre desperfectos. El avión ha sido declarado como AOG hasta que se revise en profundidad, ya que los daños podrían extenderse sobre todo a los bordes de ataque, tanto de las alas como de los estabilizadores y a los propios motores.
Autor de las fotos: desconocido
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